"Nostalgia" relato para el grupo literario "Mini cuentos"

Estoy sentado mirando al mar, alejado de las molestias del sol y los granos de arena, avizorando la gama cromática de azul que se pierde en el horizonte y respirando al ritmo sedante de las olas. Cuando estas se deshacen, el bisbiseo de la espuma me relaja, anulando por unos minutos el letargo emocional en el que me hallo. ¿Qué hago a pie de costa? Mi piel es sensible al aliento solar y he de aliarme con la sombra, el mismo y único huésped que seguirá habitando en casa. Solo de nuevo, despojado de felicidad tras su marcha, el oleaje y el cambio de la orientación del viento me endosan la salinidad en el olfato. Este aroma fuerte provoca que la paz de la tregua muera y vuelva a ser siervo de mi desdicha. Las ondas de su pelo, la marea... Clara analogía que me perturba, amarga miel, saliva embreada la que genero al pensar en unos besos que, como cartas sin sello, ya no me llegarán. Suspiro con la flojera de un moribundo. Miro la calmosa belleza de la playa y por asociación de ideas, su retrato se refleja en ella. Entiendo ahora por qué estoy contemplando el mar. Ahí está nuestra relación: tan hermosa y efímera como las olas que finen en la orilla.